Oremos
Estimado DIOS, muy señor mío:
Le agradezco mucho la cortesía de mantenerme con vida en su rebaño. No son pocas las oportunidades que ha tenido usted en todos estos años para presentarme a Elvis y aunque también quisiera conocer a Paco de Lucía, si no es molestia, lo dejamos para más adelante.
Quiero agradecerle asimismo lo bien y puntualmente que voy de vientre cada mañana. Es muy considerado por su parte que me otorgue unas digestiones tan impecables.
Quería comentarle que no entiendo el nivel de imbecilidad al que ha logrado acceder nuestra especie. Y permítame apuntarle que a lo peor, cometió usted algún error en su diseño, particularmente en el del género masculino. Están empezando a fallar demasiadas centralitas, como puede darse fe el congreso de los diputados de mi país, España. Y puede que ya sea tarde, aunque si todavía la inteligencia humana tiene garantía, le ruego arregle enseguida esta monumental avería que está encaminando su querido planeta Tierra hacia los abismos de la más formidable mierda. En caso contrario, debería de informar cuál es su servicio técnico más próximo, para que se pueda reparar cuanto antes este desaguisado de fétida corrupción mundial y desajustes en la justicia. Ruego tome nota de esta petición, porque de no asumir sus responsabilidades, debería dimitir y dar paso a otro Dios o convocar unas elecciones generales.
Conozco mucha gente en el pueblo que cuando le salen mal las cosas, hacen de palabra constantemente las más sucias necesidades sobre su nombre, por eso comprendo que debe estar usted cegado por las deyecciones de tanto indignado, lo que le impide ver la realidad. No se preocupe, porque al igual que el detergente KH7, cada día riego su buen nombre con el poder limpiador de mis oraciones, las cuales pronto tendré que dejar de utilizar ya que me va quedando muy poca paciencia.
¿Cómo se explica que las señoras prostitutas, cuyo exigente trabajo les priva de tanto tiempo, hayan podido criar a tal cantidad de hijos que pueblan la tierra?
Otra cosa, ¿el primo de Zumosol está ahí arriba con usted? porque hace años que no hemos vuelto a saber nada en casa de aquel pobre muchacho...
Con un fuerte abrazo y a la espera de sus noticias, se despide muy atentamente por los siglos de los siglos su cordero Josechu Velasco. AMEN
PD. Por cierto que hoy he visto a un cura gordo hablando por el teléfono móvil mientras conducía. Le ruego sancione a ese pecador, aunque sea con una severa irritación de sus criadillas. Muchas gracias.