Benidorm
Una semana algo complicada la verdad.
El lunes quedé con mi amigo Clint Eastwood en una gasolinera de Albacete. Cuando llegué, él estaba en el baño haciendo de vientre. Cuando salió me dijo sonriente "bueino ameigo, you ya sábeis. In Albaceite caigas and veite".
Dejamos su precioso jaguar bajo una sombra del aparcamiento y nos fuimos en mi furgoneta porque la verdad, ir acompañado de ese personaje es francamente molesto. La gente enseguida se amontona para pedirle autógrafos e incluso a mí me miran diferente, como si yo tuviera alguna importancia. Yo mismo le firme un autógrafo en la nalga a una señora de unos ochenta y ocho años que estaba encaprichada y no la hice el amor porque no dispuse del tiempo para quitarle la faja, aunque su marido estaba muy interesado en que la complaciera y me llenaba el depósito de gasoil si le daba lo suyo. Me negué cuando vi en Clint esa mirada felina que todos conocéis y continuamos nuestro camino a noventa por hora por la autovía.
"Verás Clint, es mejor que te disfraces un poco porque en Benidorm todo el mundo te conoce y no vamos a poder ni pasear tranquilos" le dije casi suplicando."And you cual idea teines for yo pasar desapercibeido" me dijo con sus esqueléticos pies sobre el salpicadero. "Yo creo que deberías disfrazarte de mujer madura y así parecer una pensionista inglesa" argumenté."¡Es iuna exselentei idea peiro yo no tiene ningunau roupa de muher!" me dijo con cierta preocupación brotando de sus ojos azules entornados. "No te preocupes que yo te ayudo" le dije mientras reducía la velocidad para detenernos en un Carrefour a la entrada de Alicante.
Él me esperó fumando un cigarro liado y por poco más de diez euros, yo regresé con un precioso bikini de flores azules y moradas de talla pequeña para acentuar su culito arrugado aunque respingón. También le compré unas chanclas verdes con un poco de tacón y un vestido minifalda de tonos rosados para pasear por las tardes a orillas del mediterráneo. "!Is ideal! Voy probarme ahoura mismo aquí in forgoneito!". Así que se metió detrás y en dos minutos salió vestido con su bikini nuevo que le quedaba ajustadito. "Yo cree que me apreito un poquitín in the entrepierno" dijo intentando colocar su enorme verga hacia el lado izquierdo. Finalmente consiguió tras mucho tocarse que no se le saliera nada, aunque las costuras chinas parecían reventar por la presión de sus grandes testículos americanos. "Una pena que no está aquí il maquellador de mis peliculos porquei el is el que mehor sabei caracterizairme pero en fin, me vío guapa. Ya podeimos continuar." dijo mientras se ponía un sombrero de ala ancha que también le había comprado para cubrir su calvicie.
Cuando nos paró la guardia civil a la altura de Villajoyosa y les dije que esa señora era Clint Eastwood, enseguida fuimos conducidos con malos modales al cuartelillo. A mi casi ni me tocaron pero a él, hasta radiografías le hicieron para saber si transportaba bolas de cocaína en el recto. Todo por culpa de esa pelambrera que cubre su pecho y que el bikini era incapaz de tapar. Nos soltaron a las pocas horas pero ahora él no quiere salir del baño del hotel. Creo que tiene depresión y grita todo el rato "¡ya te dijo que las mías peloutas estaban very apretoidos y yo quiere una talla más! Please Joseuche, you vas Carrefour traerme otra bikini."