Madrugar

Lo que tiene adelantarse.

Son las 09,34 y ya he desbrozado buena parte de la finca. Ahora huele a hierba fresca recién cortada y parece que los pájaros también lo notan porque cantan como si estuvieran celebrando la Nochevieja. Si me hubiera demorado, el calor que ya empieza a hacer, hubiera acabado pronto con mi vida, deshidratándome hasta prensarme, y seguramente en diez minutos, estaría muerto con la boca abierta y receptivo a esas moscas de los cadáveres. En una hora tendría el rigor mortis y a las tres de la tarde, a pleno sol, mi olor corporal no sería el de siempre, sino ese característico tufo al que huele la corrupción y que al desgraciadamente nuestra pituitaria ya esta acostumbrada.

Ahora voy a sacar mi María a la calle, a que le de el sol. Es una verdadera maravilla ver cómo crece por momentos, cómo sube, cómo me deleita con su dulce existir. Nada como tener unos buenos bafles para que la Callas, que sigue viva, rellene los huecos que le sobran al paisaje.

Se van a peer los vecinos que están a un kilómetro. Pensarán que soy el mismísimo Onassis, pero lo que no saben es que yo soy muchísimo más rico porque, entre otras cosas, estoy vivo para saborear a su mujer. ¡Ay soprano mía! esta última frase es para ti, solo para ti, con todo mi amor;

C6H2(NO2)3CH3 → 6CO+2.5H2+1.5N2+C, C6H2(CH3)(CH2)2 → CO+0.5CH4+0.5H2+1.5N2