Agricultura de autor
Tengo cáncer de tecla, pero aún soy capaz de escupir algo de luz. Tan pronto como me sueno en un documento nuevo, lo mancho de letras y me entra el miedo. El otro día, una buena amiga de Madrid que hacía mucho que no veía, enseguida se dio cuenta y lo dejó caer sin ningún escrúpulo; "ya no haces videos de esos graciosos. Ahora solo pones letras y me aburren" dijo. Yo no le quise decir lo de mi enfermedad por no alarmarla, pero si ella supiera lo difícil de convivir conmigo mismo lo entendería.
Ahora me amparo en la agricultura de autor y de vez en cuando, si no me duele el alma, esculpo o pinto dentro de mi cuerpo, donde nadie pueda sufrir en sus carnes lo que ya me como yo solo para no encansinar. Me queda desbrozar el camino que conduce a la fuente nueva, de modo que ya lo dejo. Bastante incomprensión sufrís con la vida misma.