Feliz domingo
Es domingo. Los domingos no escribo, perdonadme. Las palabras también quieren su día libre, naturalmente, y yo las dejo que descansen. Por eso, esta mañana cuando he bajado a desayunar, estaban todas las letras del mundo como locas en la cocina, vestidas con sus mejores galas, esperando que abriera la ventana para salir volando a divertirse. Había letras elegantísimas, como una R que estaba vestida de Times New Roman y que iba de pareja con una A negrita. Ellas han sido las primeras en salir, y tras su rebufo, millones de letras de todos los tamaños de fuente y tipos, se han apretado para escapar como una marabunta de la sumisión a la que las tengo sometidas durante la semana. He visto salir volando infinidad de verbos, en particular el verbo Divertirse en todas sus conjugaciones. También había entre la aglomeración palabras que esta semana han hecho muchas horas extra, como Corrupción, Ladrones, Indignación, Crisis y otras por el estilo que ya llevaban alguna copa encima aunque era temprano. No soy ningún ogro. Por eso hoy no escribo nada. También hay que dejar que las palabras salgan de fiesta y regresen con fuerzas renovadas para afrontar la semana con ilusión. Lo que no les doy son vacaciones. No estoy dispuesto a que se vayan tan lejos que puedan perderse entre las bondades de esas playas repletas de traseros firmes como el acero. El año pasado, el verbo Lamer, se despistó más de dos semanas en una cala de Fuerteventura y tuve que enviar a la palabra Reviento a buscarle. El condenado verbo con un minúsculo bañador de la firma Presente de Indicativo, estaba plácidamente tumbado al sol en lo alto del pezón de una alemana despampanante. Por supuesto, a Lamer le tengo ahora metido en un paréntesis de aislamiento y ese no sale hasta que la palabra Castigo lleve acento. En fin, los domingos son para descansar. Mañana, si todo el vocabulario está de vuelta y no tengo que ir a sacar a alguna a las dependencias policiales, como ya me ha pasado, escribiré algún que otro relato para vuestro entretenimiento. Perdonad que hoy no os ofrezca el acostumbrado obsequio literario, pero es que incluso la palabra Compartir, que me acaba de enviar un wasap desde Tegucigalpa, está tostándose al sol para mañana estar todo lo guapa que vuestra exigencia merece. Feliz domingo.