Mis amigos
Ayer, después del concierto, me fuí a cenar con Mick Jagger. Le dije que conocía un restaurante chino por la zona de Ventas que estaba bastante bien. Puso cara como de asco y saco un pedazo enorme de lengua. "No te preocupes, tenemos una reserva en un sitio especial" me dijo en un perfecto inglés que me supo a I Can get no. Keith Richards dijo que no se venía porque había conocido a una española de 21 años a la que le iba a tocar la guitarra. Nos metimos en su limousine y fuimos al Ramón y Cajal. Allí nos hicieron una transfusión de sangre gran reserva. Ha sido la cena que menos sensación de llenazo me ha dejado. Hoy he reservado mesa en el Severo Ochoa.