Internet

Llevabamos dos días sin internet a consecuencia de un rayo que reventó la antena, en la tormenta de antes de ayer. En estos dos días nos hemos conocido mucho. Ella se llama Chusa y su edad no me interesa, pero sí su capacidad de cocinar y esos abrazos apretaditos. No me acordaba de que tenía esos ojos que miran con pasión. Se me había olvidado como era el tacto de su pelo. Jamás hubiera imaginado que utilizara esas zapatillas de andar por casa... Hace media hora ha venido el técnico y ha arreglado la antena. 210 pavos de factura. Ha sido todo lo que hemos comentado antes de que se marchara. De él sí nos hemos despedido pero entre nosotros no. De nuevo hemos vuelto a los ordenadores, sin decirnos nada, como autómatas con los ojos en espiral, ella arriba y yo aquí abajo. Espero con ansiedad que nos caiga pronto otro rayo.