Prioridades

Yo creo que es tarde pero no me hagáis caso, porque al fin y al cabo, si algo soy, es que no soy nada. Ya es tarde para recuperar a un planeta tan enfermo, que ha perdido el sentido de las estaciones y no sabe cuando llover o secar. Es tarde para lamentar la obscena codicia humana, porque el único antibiótico que teníamos, la inteligencia, parece haberse agotado. Y al contrario de lo que podría imaginarse, tenemos a la creatividad en lo más alto de nuestras preferencias porque somos verdaderos maestros en el arte de la destrucción del medio ambiente. Por fin hemos conseguido que la atmósfera que respiramos sea lo suficientemente impura como para morir por ello. Al fin tenemos a nuestra disposición para nada, kilométricos llanos antes ocupados por selvas tropicales que nos hubieran salvado. Gran esfuerzo nos ha llevado arrasar nuestro pulmón planetario con tal de que unos pocos llenen sus bolsillos de ficticias riquezas que de nada les servirán cuando todo esté acabando, y el desenlace es oscuramente cristalino. Sigamos hablando de corruptelas mientras agotamos hasta la última gota de petróleo. Dejemos caducar en las estanterías de las emergencias las energías limpias y renovables. Ni siquiera la más resistente de las arcas de salvación, lograrían impedir ya que a corto plazo, quedemos alguno vivo. Porque no hemos colonizado ningún otro planeta que enmohecer, y este ya está podrido. Sigamos matándonos inconscientemente, qué más da. Moriremos todos juntos, negros y blancos, rojos y fachas, listos y tontos, cristianos y musulmanes, ricos y pobres… menos mal que tengo una mano a la que agarrarme cuando las tinieblas se desplomen como un piano sobre el hormiguero. Buen viaje a todos. Ver más