Sucesos extraños
En mi casa pasan cosas muy raras. Todas las mañanas, por ejemplo, cuando me despierto y bajo a la cocina, hay una cafetera con café humeante esperándome. Y si abro la nevera, desde hace ya diecisiete años, un cuenco con dos diferentes especies de frutas troceadas parecen darme los buenos días. Lo único que tengo que hacer para que suceda, es consumir todo eso que se me presenta mágicamente y ya e...stá. Al día siguiente lo mismo. Y lo mejor es lo de los armarios. Ayer por ejemplo, cuando fuí a cambiarme los calzoncillos después de la ducha, las baldas de ropa parecían las de una tienda de Zara y además, un exquisito perfume muy fresco salía de dentro, como si fuera todo lo contrario a la sede de cualquier partido político. !Estoy alucinando! Lo comprobareis por vosotros mismos si venís. !En el baño siempre siempre hay un rollo de impoluto papel celulósico colgando! Solo tengo que extraer un pedazo de 27 cm y ensuciarlo, solo un poco, como corresponde al culo de un ángel. Ese rollo jamás se agota !!Y la botella del agua de la nevera!!! La saco y me la acabo aposta. La dejo vacía sobre la encimera y me voy a pintar. ¡Pues cuando vuelvo está llena dentro!!!...De verdad que no quiero comentárselo a Chusa para que no se asuste porque estas cosas tan extrañas pueden pasarte factura a nivel psicológico. Precisamente por eso, para tenerla entretenida y que no se percate de cuan mágica es nuestra casa, intento darle muchos cariñitos tan a menudo como mi cuerpo este dispuesto, es decir, mucho. No escatimo en besos con tal de dispersar su atención y que no se asuste de todo este mundo fantasmagórico que nos rodea.